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El síndrome de hemiplejia alternante, un enigma neurológico en niños

El 18 de enero no es solo otro día en el calendario, es el **Día Mundial del Síndrome de la Hemiplejia Alternante**, una de esas enfermedades raras que suenan como el título de una película de ciencia ficción, pero que, lamentablemente, es muy real. Este síndrome, que suele aparecer en bebés menores de 18 meses, es como ese invitado no deseado que llega sin avisar y se queda más tiempo del que te gustaría.
¿Qué es exactamente este síndrome? Según la **Asociación Española del Síndrome de la Hemiplejia Alternante**, es una enfermedad neurológica que afecta a **1 en un millón** de niños. Sí, uno en un millón. Básicamente, es como ganar la lotería, pero al revés. Los síntomas incluyen episodios de parálisis que pueden alternar entre un lado del cuerpo y el otro, o incluso afectar ambos lados al mismo tiempo. Imagina que tu cuerpo decide jugar al “ahora te toca a ti, ahora a ti” con tus extremidades.
Estos ataques pueden durar desde unos minutos hasta varios días, porque, claro, ¿por qué conformarse con algo breve cuando puedes hacerlo épico? Lo más curioso es que la parálisis puede desaparecer mientras el niño duerme, pero vuelve al despertar. Es como si el cuerpo dijera: “Bueno, hora de descansar… ¡Ah, no! ¡Volvamos al caos!”.
Entre los síntomas más comunes están las **contracciones musculares**, la **falta de tono muscular**, la **falta de coordinación** (porque caminar en línea recta es demasiado mainstream), y el **nystagmus**, que es cuando los ojos se mueven de un lado a otro como si estuvieran en una fiesta rave. También hay **ataques súbitos de enrojecimiento**, **convulsiones** y un **retraso en el desarrollo psicomotriz**. Vamos, un combo completo de desafíos para los pequeños y sus familias.
El objetivo de este día es visibilizar esta enfermedad y sus síntomas, porque, aunque no tiene cura, conocerla es el primer paso para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Así que, si no sabías de este síndrome, ahora ya lo conoces. Y si ya lo conocías, pues… ¡felicidades, eres parte del club de los que saben cosas raras!