Nacional
Claudia Sheinbaum entrega fertilizantes gratuitos a campesinos en Guerrero

¡Ay, caray! ¿Qué tal, compas? Les voy a contar una historia que me dejó más emocionado que un borracho en una piñata. Resulta que la jefa, Claudia Sheinbaum, se fue a San Luis Acatlán, Guerrero, a repartir fertilizantes como si fueran dulces en una fiesta infantil. ¡Pero no cualquier fertilizante! Estos son de los buenos, los que produce Pemex, porque sí, señores, el petróleo también sirve para hacer crecer las plantas. ¡Imagínense!
Total, que la doña llegó con toda la actitud y dijo: “Oigan, esto ya no es un regalito de la presidenta, ¡es un derecho constitucional!”. Sí, como lo oyen, los campesinos ahora tienen derecho a fertilizantes gratis, como si fuera agua en un desierto. Y no es cualquier cantidad, ¡un millón de toneladas para dos millones de campesinos! En Guerrero, que es donde empezó todo este desmadre, van a repartir 154 mil toneladas. ¡Eso es más que los chismes que se cuentan en un pueblo!
Pero eso no es todo, porque Sheinbaum también anunció el programa “Cosechando Soberanía”, que suena como el nombre de una película épica. La idea es mejorar la producción de frijol, capacitar a los campesinos y darles créditos baratos. ¡Ah, y todo sin intermediarios! Nada de “te doy fertilizante si votas por mí”, no, aquí se entrega directo, como cuando te pasan una chela en la fiesta sin pedirte nada a cambio.
Y hablando de Pemex, ¿sabían que ahora producen el 33% de los fertilizantes del país? Pero la meta es llegar al 80%, porque, según Sheinbaum, “hay que ser soberanos, compadres”. ¡Y sí! No podemos depender de los gringos ni de nadie más. Además, esto ha generado 13 mil empleos. ¡Eso es más gente trabajando que en una taquería en hora pico!
En fin, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, también se puso las pilas y agradeció a los campesinos, porque, según ella, este programa está cambiando vidas. Y una beneficiaria, Asunción Ponce, hasta prometió vigilar que todo se haga bien, como si fuera la guardiana de los fertilizantes. ¡Eso es compromiso, amigos!
Así que ya saben, si alguien les dice que el campo está abandonado, díganles que en Guerrero están repartiendo fertilizantes como si fueran tortillas calientes. ¡Y todo gracias a la Cuarta Transformación! Ahí se las dejo, porque esto me dejó más emocionado que un niño en un campo de maíz. ¡Salud! 🍻