Nacional
Sheinbaum responde a Trump con soberanía y un toque de ironía diplomática

Ah, sí, la Presidenta Claudia Sheinbaum, nuestra heroína nacional, ha salido al rescate de México con una combinación de diplomacia, firmeza y, por supuesto, un discurso que parece sacado de un manual de “Cómo defender la soberanía sin perder la compostura”. ¿Qué ha pasado? Pues nada, solo que Donald Trump, el eterno protagonista de las noticias, ha firmado unos cuantos decretos que, según él, cambiarán el curso de la historia. Pero tranquilos, Sheinbaum está aquí para recordarnos que México no se doblega tan fácilmente.
Primero, Trump declara una emergencia nacional en la frontera sur de Estados Unidos. ¿Novedad? Para nada. Es el mismo decreto que firmó en 2019, como si fuera un episodio repetido de una serie que nadie pidió. Sheinbaum, con esa calma que solo ella puede fingir, nos asegura que México actuará conforme a la Constitución y las leyes. Vamos, que no nos vamos a poner histéricos porque Trump vuelva a sacar su librito de “cómo asustar a los vecinos”.
Luego están los Protocolos de Protección a Migrantes, también conocidos como “Quédate en México”. Ah, qué bonito nombre para una política que básicamente dice: “No, tú no, quédate ahí”. Sheinbaum, con su estilo característico, promete actuar de manera humanitaria, porque, claro, alguien tiene que hacerlo. Pero no se preocupen, también buscará repatriar a quienes no sean mexicanos. Porque, ¿qué sería de la política migratoria sin un poco de burocracia?
Y aquí viene lo mejor: Trump decide cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América. Sí, como si cambiarle el nombre a un cuerpo de agua fuera a solucionar algo. Sheinbaum, con esa paciencia que solo una presidenta puede tener, aclara que el cambio solo aplica en la plataforma continental de Estados Unidos. O sea, en el resto del mundo seguiremos llamándolo Golfo de México, porque, afortunadamente, no todos viven en la realidad alternativa de Trump.
Pero no todo es renombrar cosas. Trump también declara a los cárteles como organizaciones terroristas. Sheinbaum, con esa elegancia que la caracteriza, asegura que México buscará coordinación, pero sin subordinación. Vamos, que no vamos a dejar que nadie nos diga cómo manejar nuestros asuntos internos, aunque sea con la mejor de las intenciones (o no).
Finalmente, está el Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá. Trump quiere iniciar pláticas en 2026, pero Sheinbaum ya está lista para negociar, especialmente en temas como el fentanilo. Porque, claro, si hay algo que une a estos países, es la lucha contra el tráfico de drogas.
En resumen, Sheinbaum nos recuerda que México es soberano, independiente y, sobre todo, paciente. Porque, ¿qué más se puede hacer cuando tu vecino del norte parece vivir en una telenovela interminable? Pues actuar con cabeza fría, seguir las leyes y, de vez en cuando, soltar una que otra declaración que deje claro que aquí no nos vamos a dejar intimidar. ¡Viva México!