Internacional
Biden cuestiona su capacidad a los 82 años mientras Trump planea su venganza

Ah, la política estadounidense, ese circo interminable donde los payasos se turnan para dirigir el espectáculo. En esta ocasión, nuestro protagonista es Joe Biden, quien, a pocos días de dejar la Casa Blanca, decidió regalarnos una entrevista llena de dudas existenciales y confesiones dignas de un drama de telenovela.
El presidente saliente, con sus 82 años a cuestas, admitió que no está seguro de tener el vigor necesario para otros cuatro años en el cargo. ¡Vaya sorpresa! Aunque, para ser justos, no es que el resto del mundo no lo haya notado. Biden, con esa mezcla de honestidad y resignación que solo da la edad, dijo: “No sé. ¿Quién diablos sabe? Hasta ahora, todo bien. Pero ¿quién sabe cómo estaré cuando tenga 86 años?”. Claro, porque a los 86 uno ya no está para correr maratones, sino para recordar dónde dejó las llaves.
Pero no se preocupen, amigos, porque Biden también aseguró que, en su opinión, podría haber ganado la reelección. ¿En qué basó esta afirmación? En las encuestas, por supuesto. ¿Cuáles encuestas? Eso no lo dijo. Quizás eran las mismas que predijeron su victoria en 2020, o tal vez las que inventó mientras tomaba su café matutino.
Y luego está el tema de los indultos. Biden reveló que estaba considerando emitir indultos preventivos para proteger a sus aliados de las posibles represalias de Trump. Porque, claro, ¿qué sería de la política sin un poco de drama y venganza? Durante su reunión en el Despacho Oval, Biden intentó convencer a Trump de que no persiguiera a sus oponentes políticos. ¿La respuesta de Trump? Silencio. O, como lo describió Biden: “Él básicamente escuchó”. Vamos, Trump escuchando es como ver a un gato meditando: raro, pero no imposible.
El presidente saliente también criticó a Trump por insinuar que el conductor del ataque vehicular en Nueva Orleans era un inmigrante. Spoiler: no lo era. El FBI identificó al atacante como un ciudadano estadounidense y veterano del Ejército. Pero, ¿por qué dejar que los hechos arruinen una buena narrativa xenófoba?
En resumen, esta entrevista fue un recordatorio de que la política es como un reality show: llena de egos, contradicciones y momentos que te hacen preguntarte cómo llegamos hasta aquí. Y mientras Biden se despide con dudas y Trump se prepara para su regreso, el resto del mundo solo puede reír (o llorar) ante este espectáculo interminable.