Tras cuatro años de búsqueda, madre encuentra restos de su hija en el Ajusco

Ah, sí, el Ajusco, ese lugar idílico donde la naturaleza y los restos humanos se dan la mano en un abrazo macabro. Después de cuatro largos años de búsqueda, Jacqueline Palmeros, la madre de Jael Montserrat Palmeros, finalmente encontró los restos de su hija en esta pintoresca zona. ¿Y dónde más podría ser? En “El llano de vidrio”, un nombre que suena más a escenario de película de terror que a lugar de descanso eterno.

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), esa institución que siempre está ahí para confirmar lo que ya sospechábamos, anunció que los restos óseos encontrados en noviembre coinciden con el ADN de Jael. ¡Qué sorpresa! Después de estudios de genética, antropología, odontología y criminalística (porque, claro, no podía faltar el equipo completo), se confirmó lo que todos ya sabían: la joven falleció.

Pero, oh, sorpresa, los restos no están completos. Así que, como si fuera una búsqueda del tesoro macabra, la Fiscalía planea nuevas expediciones para encontrar lo que falta. “Entre los acuerdos se señaló que se trabajará en todo lo necesario para que se inicie una nueva búsqueda lo más pronto posible”, dijo la institución, porque, claro, no hay prisa después de cuatro años.

Y, una vez que terminen estas jornadas de rastreo, los restos serán entregados a la madre. Porque, ¿qué mejor consuelo que recibir los huesos de tu hija en una caja? La justicia, esa entidad esquiva, sigue su curso, mientras las familias esperan respuestas que nunca llegan a tiempo. Pero, hey, al menos ahora hay un cierre parcial. ¿O no?

En fin, el Ajusco sigue siendo ese lugar donde la esperanza y la desesperación se encuentran, y donde los restos humanos son solo otra parte del paisaje.