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Cuauhtémoc Blanco, de héroe futbolístico a acusado de tentativa de violación

Ah, Cuauhtémoc Blanco. El exfutbolista que pasó de marcar goles a marcar titulares por todas las razones equivocadas. Resulta que el ahora diputado federal morenista está en el ojo del huracán por una acusación de tentativa de violación y amenazas contra su media hermana, Nidia Fabiola. Sí, su media hermana. Porque, ¿qué sería de un escándalo político sin un toque de drama familiar?
Según el abogado de la víctima, Rodrigo Dorantes, todo ocurrió en diciembre de 2023 en la Residencia Oficial de Morelos, también conocida como la Casa de Gobierno. Porque, claro, ¿qué mejor lugar para un presunto intento de violación que la residencia oficial del gobernador? Nada como mezclar el poder con el escándalo.
Pero eso no es todo. Nidia Fabiola también denunció hostigamiento laboral cuando trabajaba en la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo durante la gestión de Blanco. Porque, obviamente, si vas a acosar a alguien, ¿por qué no hacerlo en tu propio gobierno? Eficiencia al máximo.
El abogado Dorantes, con una paciencia digna de un santo, explicó que la víctima está en una situación adversa porque Blanco tiene fuero constitucional. Es decir, el hombre tiene una especie de escudo mágico que lo protege de ser tratado como cualquier otro mortal. Pero no se preocupen, porque el Congreso podría quitarle ese fuero y, entonces, sí, estarían en “igualdad de circunstancias”. ¿Igualdad? Bueno, más o menos.
Además, parece que Blanco no está solo en este lío. Su medio hermano, Ulises Bravo, también está involucrado en la acusación. Porque, ¿qué sería de un escándalo sin un cómplice familiar? Y, por si fuera poco, Bravo ya tiene su propio juicio por violencia familiar contra su ex pareja. Vaya familia, ¿no?
Pero esperen, hay más. Blanco no es nuevo en el mundo de las acusaciones. En 2020, la UIF y la FGR detectaron una red de lavado de dinero en su entorno. Y en 2022, fue denunciado por delincuencia organizada. Vamos, el hombre es como una caja de sorpresas, pero en versión delitos.
En resumen, Cuauhtémoc Blanco, el exgobernador que pasó de ser un ídolo del fútbol a un imán de escándalos. ¿Qué sigue? ¿Un reality show? Porque, sinceramente, parece que ya tiene material de sobra.