Nacional
La carretera que promete unir Oaxaca y el optimismo gubernamental

Ah, sí, amigos, prepárense para la gran inauguración de la carretera Mitla-Tehuantepec, esa obra faraónica que, según parece, reducirá el tiempo de traslado de 4 horas y media a 2 horas y media. ¡Qué maravilla! Ahora los habitantes de 14 municipios podrán llegar más rápido a… bueno, a donde sea que vayan. Y todo gracias a la “magia” de la Cuarta Transformación, ese movimiento que, según dicen, está cambiando México (aunque, curiosamente, sin cambiar la forma de gobernar).
Claudia Sheinbaum, nuestra presidenta, no perdió la oportunidad de destacar que esta carretera es obra del “mejor presidente de México”, Andrés Manuel López Obrador. Por supuesto, no olvidó agradecer a Grupo Carso, porque, claro, ¿quién más iba a construir semejante obra de ingeniería con tantos puentes, túneles y complicaciones? Aunque, pensándolo bien, quizás el verdadero milagro es que alguien logró terminarla después de 20 años de intentos fallidos.
Pero eso no es todo, amigos. La presidenta también anunció más obras prioritarias para Oaxaca, como la carretera Salina Cruz-Zihuatanejo, la repavimentación de todas las carreteras federales y estatales, y hasta una presa para suministrar agua potable. ¡Vaya! Parece que Oaxaca se convertirá en el nuevo Dubai, pero con más mezcal y menos rascacielos.
Y no podemos olvidar el discurso sobre la economía. Según Sheinbaum, el peso está fuerte, la inversión extranjera está en su mejor momento histórico, y la inflación en enero fue más baja que en noviembre y diciembre de 2024. ¿Qué quiere decir esto? Pues, según ella, que la economía está bien. Y está bien porque, adivinen qué, no han cambiado la forma de gobernar. ¡Qué alivio! Por un momento pensé que iban a innovar o algo así.
Pero no todo es cemento y números. También se habló de los pueblos originarios y afromexicanos, cuyos derechos ahora están reconocidos en la Constitución. ¡Bravo! Aunque uno se pregunta si esto realmente cambiará algo o si solo será otro discurso bonito para llenar titulares.
En fin, la carretera Mitla-Tehuantepec ya está aquí, con sus 169 kilómetros de asfalto, sus 10 túneles, 79 puentes y más de 30 millones de metros cúbicos de corte en los cerros. Una obra que, según el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, costó la módica cantidad de 42 mil millones de pesos. ¿Detonará el crecimiento turístico y económico? Quién sabe. Pero al menos ahora podremos llegar más rápido a ver cómo sigue la historia.
Y así, entre aplausos y discursos, Oaxaca se prepara para un futuro brillante. O al menos eso nos quieren hacer creer. ¿Será cierto? Bueno, mientras tanto, ya saben: si van a Oaxaca, disfruten del viaje. Porque, al parecer, el destino sigue siendo incierto.