Internacional
Desmovilización masiva y recompensas millonarias en el caos del Catatumbo

Ah, Colombia, ese país donde la paz parece un juego de escondidas eterno. Este sábado, más de 60 exmiembros de las disidencias de las extintas FARC decidieron que ya estaban cansados de jugar a la guerrilla y se desmovilizaron. ¿La razón? Un enfrentamiento previo con el ELN en la región del Catatumbo, que, por supuesto, dejó un saldo de 80 muertos y más de 40.000 desplazados. Porque, claro, ¿qué sería de un fin de semana en Colombia sin un poco de violencia y desplazamientos masivos?
Mientras tanto, el gobierno, en un intento por parecer proactivo, ofreció una recompensa de 3.000 millones de pesos (sí, más de 700 mil dólares) para capturar a cuatro cabecillas del ELN. ¿Los nombres? Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”; Eliecer Herlinto Chamorro, alias “Antonio García”; Gustavo Aníbal Giraldo, alias “Pablito”; e Israel Ramírez Pineda, alias “Pablo Beltrán”. Porque, obviamente, en este negocio de la guerrilla, un buen alias es tan importante como un buen rifle.
De los 65 desmovilizados, 15 son menores de edad. Sí, adolescentes que probablemente deberían estar preocupándose por sus tareas escolares en lugar de cómo sobrevivir en la selva. Once de ellos son venezolanos, porque, ¿por qué limitar el drama a un solo país cuando puedes compartirlo con el vecino?
El presidente Gustavo Petro, en su cuenta de X (antes Twitter, porque Elon Musk decidió que el mundo necesitaba más confusión), destacó que esta es una de las mayores desmovilizaciones en los últimos nueve años. Y, por supuesto, prometió respetar los derechos humanos de los desmovilizados. Porque, ¿qué mejor manera de demostrar que eres serio sobre la paz que con un tuit?
La región del Catatumbo, esa joya fronteriza con Venezuela, fue declarada en “estado de conmoción”. ¿Qué significa eso? Básicamente, restricciones a la libre circulación y otras medidas para “restablecer el orden público”. Porque, claro, cuando tienes a dos grupos armados peleando por el control de una zona estratégica para el narcotráfico, lo que necesitas es un poco más de burocracia.
El gobierno también suspendió las negociaciones de paz con el ELN. ¿Por qué? Porque, obviamente, cuando las cosas se ponen difíciles, lo mejor es dejar de hablar y empezar a lanzar recompensas millonarias.
Según las Naciones Unidas, la violencia ha dejado 60 muertos verificados, aunque la gobernación del Norte de Santander insiste en que son al menos 80. Y, por supuesto, solo 41 cuerpos han sido identificados porque, ¿quién tiene tiempo para identificar cadáveres cuando hay tanta violencia en la zona?
Para añadir un toque de dramatismo, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció la movilización de vehículos blindados. Porque, claro, nada dice “estamos en control” como un convoy de tanques rodando por las calles.
Mientras tanto, en los albergues de Tibú, los desplazados están en condiciones “aceptables”. ¿Qué significa “aceptables”? Bueno, supongamos que es mejor que estar en medio de un tiroteo, pero probablemente no es lo que llamarías “vacaciones en la playa”.
Y, para cerrar con broche de oro, Venezuela y Colombia pactaron un plan conjunto de tres meses para “consolidar la paz” en la zona fronteriza. Porque, claro, tres meses son más que suficientes para resolver décadas de conflicto.
En resumen, el Catatumbo sigue siendo un hervidero de violencia, desplazamientos y promesas de paz que suenan más a wishful thinking que a una estrategia real. Pero, hey, al menos hay recompensas millonarias y tuits presidenciales. ¿Qué más se puede pedir?