Claudia Sheinbaum avanza en compromisos para el desarrollo de la Mixteca

Queridos míos, hoy les quiero contar algo que me llena el corazón de esperanza. En Oaxaca, la Presidenta Claudia Sheinbaum está cumpliendo con uno de sus compromisos más importantes, como quien siembra una semilla con paciencia, sabiendo que el fruto llegará con el tiempo. Se trata de la creación de la Comisión General Lázaro Cárdenas del Río, un proyecto que busca recuperar el espíritu de aquella comisión que el expresidente michoacano impulsó en su momento.

Esta comisión, como una abuela que cuida de su familia, se encargará de atender necesidades básicas en las regiones de la Mixteca oaxaqueña, poblana y guerrerense. Hablamos de caminos que unirán comunidades, escuelas que formarán a los niños del mañana, obras de agua potable que llevarán vida a cada hogar, y hasta una cooperativa para mujeres, porque, como bien sabemos, cuando las mujeres avanzan, toda la sociedad lo hace.

Durante un acto en Santiago Juxtlahuaca, Oaxaca, la Presidenta anunció con alegría el inicio de este proyecto. “Hoy damos el banderazo de salida a la Comisión General Lázaro Cárdenas del Río para la Mixteca oaxaqueña”, dijo, mientras entregaba tarjetas de los Programas para el Bienestar. Es como cuando uno ve a sus nietos crecer y se da cuenta de que cada esfuerzo valió la pena.

La comisión estará a cargo de Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia, y contará con el apoyo de varias dependencias del Gobierno de México. Se comenzará con la reparación de caminos, porque, como bien sabemos, un camino bien cuidado es como un abrazo que une a las comunidades. “Vamos a arreglar todos los caminos, poco a poco, empezando con cinco o seis en esta región”, explicó la Presidenta.

Y no solo eso, también se trabajará en caminos artesanales para llegar a las comunidades más pequeñas, porque, como les digo siempre, no hay que olvidar a quienes viven en los rincones más apartados. Cada obra, cada paso, es como una gota de agua que, con el tiempo, forma un río de progreso.

Así que, queridos míos, esto es un recordatorio de que las cosas buenas toman tiempo, pero cuando se hacen con amor y dedicación, los frutos siempre llegan. Como cuando preparamos una taza de café caliente, con paciencia y cuidado, para disfrutarla en una tarde tranquila. La vida es así, un paso a la vez, con fe y esperanza.