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Google renombra el Golfo de México en Maps tras órdenes de Trump

En un giro que sacudió los cimientos de la geografía digital, Google anunció un cambio que resonó como un trueno en el mundo de la cartografía moderna. El majestuoso Golfo de México, testigo silencioso de siglos de historia, será rebautizado como “Golfo de América” en la aplicación de Google Maps para los usuarios en Estados Unidos. Este movimiento, impulsado por las recientes órdenes ejecutivas del ex presidente Donald Trump, desató una ola de preguntas y especulaciones que amenazan con alterar la percepción de un territorio que ha sido símbolo de identidad para millones.
La noticia, cargada de tensión política y cultural, llegó como un relámpago en medio de la noche. Google, el gigante tecnológico que ha mapeado cada rincón del planeta, confirmó que el cambio será efectivo únicamente en territorio estadounidense. Mientras tanto, en México, el nombre original permanecerá intacto, como un recordatorio de que las fronteras no solo son líneas en un mapa, sino también batallas de identidad y soberanía.
Pero el drama no termina ahí. En un giro digno de una telenovela, los usuarios de otros países verán ambos nombres, como si el destino del Golfo estuviera suspendido en un limbo geográfico. ¿Será este el inicio de una guerra de nombres que dividirá al mundo en dos bandos? ¿O simplemente un capítulo más en la eterna lucha por el control de la narrativa histórica?
La semana pasada, Trump, con la firma de una pluma que parecía más una espada, ordenó cambios en los mapas oficiales y las comunicaciones federales. Google, fiel a su política de seguir las actualizaciones gubernamentales, no tuvo más remedio que ajustarse a la nueva realidad. “Cuando los nombres oficiales varían entre países, los usuarios de Maps ven el nombre oficial local”, explicó la empresa en un comunicado que dejó más preguntas que respuestas.
El mundo observa con atención, mientras el Golfo de México, o quizás ahora el Golfo de América, se convierte en el epicentro de una batalla que trasciende las fronteras. ¿Qué vendrá después? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: este no es solo un cambio de nombre, es un cambio que podría redefinir la historia.