Investigación por homicidio de joven detenido en Quintana Roo genera protestas

CANCÚN, Quintana Roo.- Dos policías adscritos al Grupo de Fuerzas Especiales Jaguar, en Quintana Roo, se encuentran bajo investigación por el homicidio de Fernando Yzquierdo Hernández, un joven detenido el pasado 23 de enero en el poblado de Sac Xan, Chetumal. Según los informes, la detención se produjo tras una presunta resistencia a una revisión policial.

El joven fue trasladado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado, ubicada en la capital, donde comenzó a presentar convulsiones y falleció posteriormente. Este incidente ha desencadenado una serie de protestas entre los habitantes de la localidad, que incluyeron la quema de una unidad policial y el intento de impedir que los ciudadanos grabaran los hechos.

El titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Raciel López Salazar, descartó que se hubiera practicado tortura durante o después de la detención, argumentando que el cuerpo de Fernando no presentaba signos evidentes de dicha práctica. Sin embargo, confirmó que la causa de muerte fue asfixia o sofocación, según los resultados de la necropsia realizada.

Cabe destacar que la asfixia es una de las principales prácticas asociadas a la tortura utilizada por fuerzas policiales en México, según organizaciones civiles como Amnistía Internacional.

De acuerdo con la versión oficial, Fernando se encontraba con otras personas bajo sospecha de intercambiar dosis de marihuana. Al ser requerido para una revisión, él y otro individuo se resistieron, lo que derivó en un forcejeo con 13 elementos policiales. Dos de estos agentes están siendo investigados por el delito de homicidio.

Julio César Gómez Torres, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), reconoció que el cuerpo de Fernando presentaba golpes, pero los atribuyó al forcejeo durante la detención y a las dificultades para someterlo, describiendo al joven como “una persona corpulenta”.

Ante estos hechos, familiares y amigos de Fernando han anunciado movilizaciones para exigir justicia, evidenciando el impacto social y la desconfianza generada por este caso en la comunidad local.