Internacional
La loca historia de cómo las flores de Colombia casi arruinan San Valentín

¡Ay, amigo, amigo, amigo! ¿Sabes lo que está pasando? ¡Esto es una locura de proporciones épicas! Imagínate: estamos a pocos días de San Valentín, ¿sí? El día del amor, los chocolates, las cartitas cursis y, claro, ¡las flores! Pero, oh sorpresa, resulta que el señor Donald Trump, con su peinado de nube de tormenta, amenazó con ponerle aranceles del 25% a las importaciones de Colombia. ¡Colombia, hermano! ¡El país de las flores más hermosas del mundo! ¿Qué iban a hacer los pobres enamorados sin sus rosas y claveles? ¡Un desastre romántico!
Pero espera, que esto se pone mejor. Resulta que todo esto pasó porque Colombia no quería aceptar unos vuelos con migrantes deportados. ¡Sí, como lo oyes! Trump, en su estilo dramático, amenazó con restricciones de visa y aranceles, y Colombia, con su presidente Gustavo Petro, le dijo: “¡No, señor, aquí no!”. Petro incluso rechazó dos aviones militares estadounidenses. ¡Dos aviones, amigo! ¡Como si fuera una película de acción!
Pero, oh, el giro inesperado: la Casa Blanca dijo que Colombia cambió de opinión y que los aranceles se suspenderían. ¡Uf, qué alivio! Aunque, ojo, las restricciones de visa y las inspecciones aduaneras siguen ahí, porque, claro, Trump no puede quedarse sin su dosis de drama.
Y aquí viene lo mejor: Colombia es el principal proveedor de flores cortadas para Estados Unidos. ¡Flores, amigo! Rosas, claveles, crisantemos… todo cultivado en la sabana de Bogotá, donde el clima es perfecto y el sol brilla como si fuera un anuncio de vacaciones. ¡Y todo esto gracias a la ayuda financiera del gobierno estadounidense! ¡Qué ironía, ¿no?!
Pero no todo son flores, porque Colombia también exporta café (¡el segundo después de Brasil!) y petróleo crudo. Sí, petróleo. Estados Unidos importó 70 millones de barriles en 2024. ¡70 millones! ¡Eso es como llenar una piscina olímpica con crudo!
En fin, amigo, esta historia tiene de todo: amor, flores, café, petróleo, aviones militares, amenazas, y un final feliz (más o menos). ¡Qué locura, ¿verdad?! ¡Brindemos por Colombia, por las flores y por San Valentín! ¡Salud! 🍻