El gobernador de Sinaloa defiende su cargo mientras las protestas crecen

Ahí estaba el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, en su conferencia de prensa, soltando perlas como si estuviera en un TED Talk sobre cómo no ser el villano de la película. Después de que miles de personas salieran a las calles para pedir su renuncia (y paz, porque eso también es importante), el hombre salió con la clásica: “El pueblo pone y el pueblo quita”. Sí, como si fuera un meme de política 101. Pero ojo, no es alguien que grita, no, es el pueblo. Claro, porque los gritos de “¡renuncia!” no cuentan, ¿verdad?

El morenista, con una seriedad que casi te hace creer que está en una telenovela, insistió en que su gobierno no reprime. “Somos un gobierno que respeta la libertad de expresión”, dijo, mientras miles de personas seguían manifestándose en las calles. Ah, la ironía. Pero tranquilos, porque según él, el verdadero enemigo es el narco, no su administración. Porque, obvio, el gobierno nunca es el problema, ¿no?

Y hablando de enemigos, Rocha no se olvidó de mencionar el asesinato de Alexander, Gael y su padre, Antonio Sarmiento, un caso que encendió la mecha de las protestas. “Comparto la indignación”, dijo, como si eso fuera suficiente para calmar a una sociedad harta de la violencia. Pero hey, al menos reconoció que la inseguridad es un problema “complicado y difícil”. Gracias, capitán Obvio.

El fin de semana, Culiacán se llenó de casi 10 mil personas exigiendo justicia y, sí, su renuncia. Pero Rocha, imperturbable, pidió unidad y firmeza. “Marchemos juntos”, dijo, como si fuera el líder de un movimiento social y no el gobernador al que le están pidiendo que se vaya. Incluso Tatiana Clouthier, desde su trinchera, apoyó la renuncia del gobernador. “El pueblo pone, el pueblo quita”, dijo, porque parece que esa frase es el nuevo mantra de la política mexicana.

En resumen, Sinaloa está en llamas, el pueblo está en las calles, y el gobernador sigue ahí, repitiendo frases como si fueran un mantra. ¿Qué sigue? Quién sabe, pero seguro será digno de un hilo en Twitter.