Espectáculos
Karla Sofía Gascón reflexiona sobre la importancia de combatir el odio

Queridos míos, hoy les quiero contar algo que me ha hecho reflexionar profundamente, como cuando uno se sienta a tomar un té caliente en una tarde tranquila y piensa en la vida. Se trata de Karla Sofía Gascón, una mujer valiente y talentosa que ha sido nominada al Óscar por su papel en la película *Emilia Pérez*. Sí, queridos, ella es la primera mujer abiertamente transgénero en recibir esta distinción, y aunque muchos celebran este logro, otros han levantado voces de descontento.
Karla, con esa serenidad que da la experiencia, ha respondido a estas controversias con firmeza y claridad. En sus propias palabras, compartidas en sus redes sociales, dejó bien claro que su identidad como mujer no está en discusión. “Soy una MUJER como las demás, por mucho que algunos no quieran aceptarlo”, dijo. Y es que, queridos, la vida nos enseña que la verdad siempre encuentra su camino, aunque a veces cueste trabajo aceptarla.
Ella también expresó su gratitud por haber nacido en una sociedad que ha luchado por los derechos de personas como ella. “Siento una profunda alegría de haber nacido en una sociedad donde se ha luchado por nuestros derechos, donde se ha salido a la calle por ellos”, comentó. Y es cierto, ¿no? A veces olvidamos lo lejos que hemos llegado, pero es importante recordar que cada paso hacia la igualdad es un triunfo para todos.
Pero, ay, no todo es color de rosa. Karla también advirtió sobre el peligro de normalizar los discursos de odio. Con esa sabiduría que da el haber vivido y visto tanto, comparó las críticas que ha recibido la película con el ascenso del nazismo en Alemania. “Cuidado con seguir pasando por alto discursos de odio”, dijo. “Así empezaron en Alemania y acabamos en campos de concentración”. Y es que, queridos, el odio es como una semilla que, si no la detenemos a tiempo, puede crecer hasta convertirse en algo terrible.
La Dra. Grace Ann, una profesora de Ciencias, también aportó su granito de arena al debate, explicando que la biología no puede usarse para justificar la intolerancia. “No uses la ciencia para justificar tu intolerancia. El mundo es demasiado extraño para esa mierda”, escribió. Y tiene razón, ¿no? La vida es tan diversa y maravillosa que no podemos encerrarla en cajas pequeñas.
Así que, queridos míos, les dejo esta reflexión: celebremos los avances, pero no olvidemos estar atentos. El odio no tiene cabida en un mundo que busca la igualdad y el respeto. Y como dice Karla, cuidémonos de no normalizar lo que nos divide. Porque, al final del día, todos somos parte de esta gran familia llamada humanidad.
Un abrazo cálido, como el de una abuelita que les quiere mucho.