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Explosivos, camuflaje y drama: el cateo que Durango no necesitaba

Ah, Durango, tierra de paisajes hermosos y… ¿explosivos artesanales? Sí, porque nada dice “turismo” como un operativo federal en el que se aseguran 42 explosivos caseros, 207 cartuchos de diferentes calibres (por si acaso te aburres de uno), y un guardarropa militar que incluye 7 casacas y 6 pantalones de camuflaje. ¿Estaban preparando una fiesta temática o una guerra? Bueno, en este caso, ambas cosas.
El predio en cuestión, ubicado en la carretera federal México 40 Durango-Mazatlán (porque, claro, ¿dónde más ibas a esconder tu arsenal ilegal?), fue allanado por un equipo de élite compuesto por la Fiscalía General de la República, la Policía Federal Ministerial, el Ejército y la Guardia Nacional. Vamos, el dream team de la seguridad nacional. Y aunque no hubo detenidos (sorpresa, sorpresa), sí dejaron el lugar “a disposición del Ministerio Público Federal”. O sea, básicamente, un “aquí te dejamos este desorden, tú verás qué haces”.
Pero, ¿quién está detrás de todo este caos? Pues nada más y nada menos que los Carrera Sarabia, un clan del narcotráfico que, según parece, ahora son los mejores amigos de Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”. ¿Y qué hace El Mayito Flaco en Durango? Pues refugiándose, porque la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa está más caliente que un taco al pastor a las 3 de la mañana.
Los Carrera Sarabia, por cierto, son los reyes del crimen organizado en Durango desde hace 20 años. Luis Alberto, Felipe, Alejandro y José Luis han sido los protagonistas de esta telenovela violenta, aunque hoy solo dos de ellos siguen libres. Felipe, alias “El Inge” o “El Señor de la Sierra”, fue capturado en 2011 y extraditado a Estados Unidos en 2020. Luis Alberto, “El Arqui”, fue abatido por militares en 2020, porque, aparentemente, Durango no es tan seguro como parece. Alejandro fue capturado en 2013, pero luego quedó libre (porque, claro, ¿por qué no?). Y José Luis, el único que nunca ha sido detenido, probablemente está por ahí, planeando su próxima movida.
En fin, Durango sigue siendo el escenario perfecto para este drama de narcotráfico, explosivos y camuflaje. ¿Qué sigue? ¿Un reality show? Porque, honestamente, ya tienen todo el material necesario.