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México se prepara con calma y diálogo ante posibles aranceles de Estados Unidos

Queridos míos, les cuento que estos días han sido de mucha reflexión y trabajo en nuestro querido México. Resulta que el presidente de los Estados Unidos, el señor Donald Trump, ha mencionado la posibilidad de imponer unos aranceles, que son como unos impuestos, a algunos productos que vienen de nuestro país. Pero no se preocupen, porque nuestra presidenta, la señora Claudia Sheinbaum, ya tiene todo bien pensado.
Ella, con esa calma que da la experiencia, nos ha dicho que hay planes A, B y C, como cuando uno guarda en la alacena un poco de más para cualquier imprevisto. Lo importante, nos recuerda, es mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por las prisas. “El diálogo es fundamental”, dice, y tiene toda la razón. Así como en la familia, cuando hay diferencias, lo mejor es sentarse a hablar con respeto y cariño.
Y es que, miren ustedes, este asunto no es solo de México. También afectaría a muchas familias en los Estados Unidos, porque los productos que ellos compran podrían subir de precio. Nuestra presidenta lo ha dicho clarito: “Vamos a defender la dignidad de nuestro pueblo y nuestra soberanía, pero siempre con respeto y como iguales”.
Además, nos ha contado que desde hace meses se han estado preparando para esta situación, trabajando en equipo con empresarios y expertos. Es como cuando uno sabe que va a llover y saca el paraguas antes de salir de casa. Y aunque hay un fondo de contingencia, lo más importante es el plan en general, que está bien pensado y organizado.
Pero lo que más me gusta es cómo la señora Sheinbaum insiste en que no debemos vernos como competidores, sino como socios. El tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá es como un puente que nos une y nos hace más fuertes. “No hay mejor forma de crecer que trabajando juntos”, dice ella, y no puedo estar más de acuerdo.
Así que, queridos míos, no hay que alarmarse. La vida nos ha enseñado que con paciencia, diálogo y preparación, todo se puede resolver. Y mientras tanto, sigamos cuidándonos unos a otros, porque la unidad es nuestra mayor fuerza. Un abrazo grande para todos.