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Tragedia aérea en Philadelphia deja seis mexicanos fallecidos

Ah, sí, otro día más en el mundo de los titulares que no quisiéramos leer. El Consulado de México en Philadelphia, en su papel de héroe burocrático, informó que ya contactaron a las familias de las seis víctimas mexicanas del accidente aéreo que ocurrió el viernes. Porque, claro, ¿qué mejor manera de empezar el fin de semana que con un avión estrellándose en una zona residencial?
El Learjet 55, que aparentemente decidió que volar no era lo suyo, se estrelló poco después de despegar. La empresa Jet Rescue Air Ambulance, cuyo nombre suena más a una película de acción que a una compañía real, confirmó que los tripulantes y pasajeros eran seis mexicanos. Entre ellos, una madre y su hija que, irónicamente, regresaban a México después de recibir tratamiento médico en Estados Unidos. Porque, ya sabes, la vida tiene un sentido del humor bastante oscuro.
El Consulado, en un acto de diligencia que casi nos hace olvidar lo trágico del asunto, puso a disposición un número de emergencia. Por si acaso algún otro mexicano en Philadelphia estaba pensando: “¿Y si hoy es mi día para tener un problema grave?”
Y no podía faltar la intervención de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien, como es tradición en estos casos, lamentó el fallecimiento y ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que hiciera lo que sea que hacen en estas situaciones. Porque, al final del día, ¿qué sería de una tragedia sin un comunicado oficial?
En resumen: un avión se estrella, seis personas mueren, y el mundo sigue girando. Pero, oye, al menos el Consulado está ahí para hacer llamadas y dar números de teléfono. ¿No es reconfortante?