Nacional
Una fiesta de cumpleaños que terminó en tragedia en Guadalupe

Ah, sí, porque nada dice “celebración de cumpleaños” como una balacera en plena fiesta. Imagínense: globos, pastel, música y, de repente, un hombre bajando de un auto Sentra (porque claro, los criminales siempre tienen un Sentra, ¿verdad?) para convertir la fiesta en un tiroteo digno de película de acción. Pero no cualquier película, una de esas donde el guionista claramente no sabía cómo terminar la escena.
El pobre Néstor Daniel Rodríguez, de 16 años, vecino del sector (porque, obviamente, los criminales no viajan lejos para causar caos), fue la víctima fatal de este despropósito. Y no estuvo solo en el drama: cuatro personas más resultaron lesionadas, porque ¿qué sería de una tragedia sin un poco de caos adicional? Los policías de Guadalupe, siempre puntuales para llegar después de que todo ha pasado, se presentaron en el lugar y, sorpresa, encontraron a varias personas heridas. ¡Qué giro inesperado!
Los paramédicos, esos héroes anónimos que siempre tienen que lidiar con las consecuencias de la creatividad criminal, confirmaron la muerte del menor y se llevaron a dos heridos al hospital. Los otros dos, en un toque de improvisación digno de una película de bajo presupuesto, fueron trasladados en una camioneta. Porque, claro, ¿para qué gastar en ambulancias si tienes una camioneta a mano?
Y los testigos, esos narradores involuntarios de la tragedia, contaron que el atacante simplemente bajó del auto y empezó a disparar. ¿Motivo? Quién sabe. ¿Venganza? ¿Celos? ¿Un mal día en el trabajo? El mundo nunca lo sabrá, pero lo que sí sabemos es que esta fiesta de cumpleaños pasará a la historia como el evento más triste y absurdo de la Colonia Villa Olímpica.
En fin, otra noche normal en Guadalupe, donde las fiestas terminan en tragedia y los Sentras son los protagonistas involuntarios de la crónica roja. ¿Qué sigue? ¿Un secuestro en una piñata? Porque, al parecer, nada es demasiado ridículo para este guion de telenovela criminal.