Un accidente laboral que nos recuerda la importancia de cuidarnos unos a otros

Queridos míos, hoy les quiero contar algo que pasó en Guadalupe, Nuevo León, y que me hizo reflexionar sobre lo frágil que puede ser la vida y lo importante que es cuidarnos unos a otros. Resulta que un trabajador, Mario Ramírez Cerda, de 54 años, estaba realizando su labor, midiendo niveles en una zanja, cuando ocurrió un derrumbe. Imagínense, cayó a una profundidad de cinco metros, quedando atrapado por la tierra que se desprendió.

Los rescatistas de Protección Civil, esos ángeles que siempre están listos para ayudar, llegaron rápidamente al lugar, en el cruce de las avenidas Israel Cavazos y Bulevar Miguel de la Madrid. Con mucha paciencia y cuidado, lograron estabilizar a Mario y sacarlo de esa zanja. Después, los socorristas de la Cruz Roja lo llevaron al Hospital de Zona para que recibiera la atención médica que necesitaba.

Este accidente, queridos míos, ocurrió en una obra de construcción de drenaje sanitario en un parque industrial. Y aunque es triste, también nos deja una enseñanza: en el trabajo, como en la vida, debemos ser precavidos y pensar siempre en el bienestar de quienes nos rodean. La seguridad no es un capricho, es una responsabilidad que tenemos con nosotros mismos y con los demás.

Así que, mientras tomamos nuestra bebida caliente en esta tarde tranquila, recordemos lo valioso que es cuidarnos y cuidar a los nuestros. La vida es un regalo, y cada día es una oportunidad para ser más conscientes y solidarios. Abracen a sus seres queridos, y no olviden que, en momentos difíciles, siempre hay alguien dispuesto a tender una mano.

Con cariño,
La abuelita que les quiere y les cuida.