Nacional
Sheinbaum responde a Trump con valentía y un discurso lleno de patriotismo

Ah, sí, el Estado de México, ese lugar donde la política y el drama internacional se mezclan como si fueran una telenovela de las buenas. La Presidenta Claudia Sheinbaum, en su papel de heroína nacional, decidió responder a Donald Trump, ese personaje que parece sacado de un reality show pero con poder nuclear. ¿Su mensaje? Que nadie, absolutamente nadie, va a pisotear la dignidad mexicana. ¡Bravo! Aunque, claro, no mencionó si eso incluye a los políticos locales que a veces parecen más interesados en su imagen que en el bienestar del pueblo.
Sheinbaum llegó al recinto ferial de Texcoco, una hora tarde, porque, bueno, ¿qué es un discurso político sin un poco de drama y retraso? Allí, frente a una multitud emocionada (y probablemente cansada de esperar), aseguró que México tiene el pueblo más maravilloso del mundo. ¿Más que Italia? ¿Más que Japón? Bueno, eso lo dejamos a la opinión de cada quien. Pero lo que sí quedó claro es que la soberanía no está en venta. ¡Ni en oferta del Buen Fin!
Con un discurso que parecía más un llamado a las armas (metafóricas, claro), Sheinbaum repitió varias veces que no están solos. ¿Cinco veces? Sí, cinco. Por si alguien no lo había captado. Y, por supuesto, no podía faltar el clásico “¡Que viva México!”, porque ¿qué sería de un discurso político sin un poco de nacionalismo a todo volumen?
Pero no todo fue patriotismo y frases grandilocuentes. Sheinbaum también aprovechó para recordarle a Estados Unidos que, si tanto les preocupa el fentanilo, quizás deberían mirar hacia adentro. ¿Quién distribuye las drogas? ¿Quién vende las armas? Preguntas retóricas que, seguramente, dejaron a más de uno reflexionando… o cambiando de canal.
Y mientras la Presidenta hablaba de unidad y amor al pueblo, miles de ciudadanos esperaban pacientemente su tarjeta de 40 mil pesos para mejoras en sus viviendas. ¿Coincidencia? No lo creo. Pero, hey, si eso ayuda a mantener la paz social, bienvenido sea.
En resumen, Sheinbaum dejó claro que no piensa doblegarse ante las presiones de Trump. ¿Será suficiente? El tiempo lo dirá. Pero por ahora, México tiene una Presidenta que, al menos en el discurso, está dispuesta a defender la patria con valentía, serenidad y, sobre todo, mucho amor al pueblo. ¡Que viva México! (Por sexta vez, por si acaso).