El juicio de Blake Lively y Justin Baldoni se acelera por filtraciones a la prensa

En el corazón de Nueva York, donde los rascacielos se alzan como testigos silenciosos de innumerables dramas, se desarrolla una batalla legal que ha sacudido los cimientos de Hollywood. La primera audiencia entre **Blake Lively** y **Justin Baldoni** no fue un mero trámite judicial, sino un enfrentamiento cargado de tensión, donde cada palabra pronunciada resonó como un trueno en la sala del tribunal.

El juez **Lewis Liman**, con una mirada tan fría como el acero, lanzó una advertencia que dejó a todos sin aliento: si los involucrados o sus abogados continuaban alimentando a la prensa con detalles del caso, el juicio no solo se adelantaría, sino que se convertiría en un espectáculo mediático sin precedentes. “Si esto termina litigándose en la prensa, no dudaré en acelerar la fecha del juicio”, declaró con una voz que cortaba como una espada.

Según reveló **Variety**, los equipos legales de ambas estrellas están en alerta máxima. Las redes sociales, ese monstruo voraz que devora reputaciones en cuestión de segundos, han comenzado a influir en la percepción del jurado. Las declaraciones del abogado de Baldoni, amplificadas en plataformas digitales, han creado una tormenta de la que parece imposible escapar. “Es muy difícil deshacer lo sucedido”, admitió el abogado de Lively, con un tono que mezclaba desesperación y resignación.

Las reglas son claras: los abogados tienen prohibido hacer declaraciones extrajudiciales que puedan perjudicar el procedimiento judicial. Sin embargo, en este caso, las palabras ya han volado como flechas envenenadas, y el daño parece irreversible.

En el centro de este torbellino está la acusación de **Blake Lively**, quien asegura que **Justin Baldoni**, director de la película *It Ends With Us*, la acosó sexualmente en el set y luego lanzó una campaña de desprestigio contra ella por haber alzado la voz. Baldoni, por su parte, no se ha quedado de brazos cruzados. Con una demanda que busca 400 millones de dólares por difamación y extorsión, ha convertido este conflicto en una guerra sin cuartel.

El destino de ambos pende de un hilo, y cada movimiento, cada palabra, cada susurro en los pasillos del poder judicial, podría cambiar el curso de esta historia para siempre. ¿Quién saldrá victorioso en esta batalla épica? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el mundo está observando, y el drama apenas comienza.