Espectáculos
Luis de Alba cumple 80 años y sigue siendo el rey del albur y la comedia

Luis de Alba: 80 años de risas, albures y un legado que no pasa de moda
No, no es un albur, aunque bien podría serlo. Luis de Alba, el mismísimo creador de El Pirrurris, acaba de llegar al octavo piso de la vida. Sí, 80 años, pero con más energía que un millennial después de su tercer café del día. Y no, no estamos hablando de un edificio, aunque su carrera sí ha sido un rascacielos de éxitos.
El actor, que actualmente está de gira con la obra de teatro “Perfume de gardenia”, se conectó a un zoom (porque, claro, hasta los octogenarios están en la onda digital) para recordar sus inicios en el barrio de La Lagunilla. Ahí, entre peleas de box y baños compartidos, aprendió todo lo que necesitaba para crear personajes icónicos como Juan Camaney y El Pirrurris. “Aprendí albures, a pelear y a sobrevivir en un mundo donde Tepito estaba a un paso”, cuenta con esa mezcla de nostalgia y orgullo que solo un verdadero barrio-boy puede tener.
“Soy del barrio de La Lagunilla y, a mucha honra, de ahí aprendí todo lo que usé para mis personajes.”
Pero no todo fue barrio y albures. Luis también estudió Arte Dramático, se codeó con Shakespeare y hasta pisó las aulas de la Ibero. Aunque, claro, no todo fue miel sobre hojuelas. “En la Ibero viví discriminación”, confiesa. “Los chicos que iban con guaruras se burlaban de que mis vacaciones fueran en Chapultepec comiendo tortas de frijoles, mientras ellos iban a Aspen”. Pero, ¿quién necesita esquiar en Aspen cuando tienes el humor como herramienta de supervivencia?
De La Lagunilla a Hollywood (bueno, casi)
Su incursión en el mundo artístico fue tan casual como épica. “Iban a hacer un concurso de niños con actitudes artísticas y a mí no me dijeron dos veces”, recuerda. Así, con apenas siete años, Luis se coló en los estudios de Televicentro y se enamoró de ese mundo lleno de cámaras, luces y orquestas. “Me pareció maravilloso, como el box de mi barrio, pero con menos golpes y más glamour”.
Y así, entre concursos, radionovelas y películas, Luis de Alba se convirtió en una leyenda. Su primera película, “Tribunal de menores”, fue un drama basado en casos reales de niños que delinquen. Pero no se preocupen, no todo fue drama. Pronto llegaron las comedias, los personajes icónicos y, por supuesto, los excesos. “Empecé a sentirme como Juan Camaney”, confiesa. “Pero mi papá me dijo: ‘haz las cosas bien, no vayas a salir a escena tomado o usando marihuana'”. Spoiler: no siempre le hizo caso.
“El medio te lleva, y vi a muchos compañeros en la cima y luego muy mal. Me di cuenta de que ese no era mi camino.”
Hoy, a sus 80 años, Luis de Alba sigue siendo un referente de la comedia mexicana. Con más de 50 películas en su haber y personajes que han marcado generaciones, su legado es tan grande como su sentido del humor. Y aunque ya no sale a escena sin dormir (porque, seamos honestos, a los 80 eso ya no está chido), sigue siendo el rey del albur y la comedia. Así que, feliz cumpleaños, maestro. Que siga la fiesta, pero con moderación, ¿eh?