La importancia de la colaboración ciudadana para construir la paz en Guerrero

Queridos míos, hoy les quiero compartir una noticia que, aunque triste, nos da un poco de esperanza. En Guerrero, esa tierra tan hermosa pero tan golpeada por la violencia, se han logrado avances importantes gracias al esfuerzo de las autoridades y, sobre todo, a la valentía de la gente común. Imagínense, desde octubre del año pasado hasta enero de este año, se detuvieron a 17 personas que generaban mucho daño en la comunidad. Esto, como les digo, no habría sido posible sin las denuncias de los vecinos, que alzaron la voz para proteger a los suyos.

Uno de esos casos que más me conmovió fue el de un hombre llamado David Roberto, quien está acusado de un crimen terrible: el asesinato de cinco miembros de una familia en Tres Palos. Esas historias duelen en el alma, pero también nos recuerdan que la justicia, aunque tarde, llega. Y es que, como siempre les digo, la paciencia y la perseverancia son claves. Las autoridades han trabajado sin descanso, implementando patrullajes, filtros de seguridad y hasta tecnología moderna para detectar placas de vehículos. Todo con un solo propósito: devolverle la tranquilidad a esa tierra tan querida.

Pero, ¿saben qué es lo más bonito de todo esto? Que la gente está participando. Sí, como lo oyen. Las denuncias ciudadanas han sido fundamentales. Eso me hace pensar en cómo, cuando nos unimos, podemos lograr cosas grandes. No se trata solo de esperar a que otros actúen, sino de ser parte de la solución. Y eso, queridos míos, es algo que siempre les repito: la unión hace la fuerza.

Además, se han incautado más de 20 toneladas de droga y 225 armas de fuego. Imagínense todo el daño que se ha evitado. Y en Zirándaro, encontraron un laboratorio clandestino con casi 5 mil kilos de metanfetamina. Esas cosas, aunque nos asustan, también nos muestran que hay gente trabajando día y noche para proteger a los demás.

Así que, mientras tomamos nuestro cafecito o nuestro atole, pensemos en esto: la paz no se construye de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, la participación de todos. Y aunque el camino sea largo, cada pequeño paso cuenta. Así que, si ven algo que no está bien, no tengan miedo de hablar. Porque, como les digo siempre, juntos podemos hacer que las cosas cambien.

Con cariño, su abuelita.