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Tabasco, el paraíso del crimen donde los funcionarios son los villanos

Ah, Tabasco, esa joya del sureste mexicano donde el crimen organizado no solo es un negocio, sino casi una tradición familiar. Y no, no estamos hablando de un reality show, aunque a veces parece uno. Aquí, los gobernadores y sus secuaces no solo administran el estado, sino que también parecen dirigir un concurso de “¿Quién tiene más vínculos con el crimen?”.
Adán Augusto, ese hombre que dejó su gubernatura en 2021 para unirse al gabinete de AMLO, es el principal sospechoso de haber nombrado a Hernán Bermúdez Requena, alias “Comandante H”, como titular de Seguridad estatal. ¿Y qué tiene de malo? Bueno, resulta que el señor Bermúdez está más ligado a “La Barredora” que un fanático a su equipo de fútbol. Este grupo, que comenzó como “La Hermandad” (qué nombre tan acogedor), se dedicaba a controlar desde el tráfico de drogas hasta la vida nocturna de los antros. Luego, como si fuera un spin-off de Netflix, se aliaron con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). ¿Qué podría salir mal?
Pero no se preocupen, porque el actual gobernador, Javier May, ha prometido “cero impunidad”. Claro, después de culpar a Bermúdez en una conferencia de prensa y soltar frases como: “Todos saben quién comandaba La Barredora. ¿O no sabemos?”. Ah, la sutileza.
En 2022, Bermúdez fue vinculado por inteligencia militar como operador de delitos que azotan Tabasco. ¿Y qué hizo el gobierno? Nada, porque en Tabasco la impunidad es como el calor: siempre está presente. Fue hasta enero de 2024 que el exsecretario renunció, después de que sicarios intentaran asesinarlo en una zona residencial. ¿Demasiado drama? No para Tabasco.
Ahora, el Ejército ha desplegado 2,500 efectivos para “reforzar la seguridad”. ¿Será suficiente? Probablemente no, pero al menos le da un toque cinematográfico a este desastre. Mientras tanto, los ciudadanos siguen esperando que alguien, en algún momento, haga algo que no implique pactar con el crimen. Pero, ¿quién sabe? En Tabasco, la línea entre el gobierno y el crimen organizado es tan delgada que a veces parece invisible.
Así que, si buscan un lugar donde la corrupción y el crimen son el pan de cada día, bienvenidos a Tabasco. Donde los funcionarios son los villanos, y la justicia es solo una palabra bonita en los discursos.