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Nacional

La comunidad LeBarón alza su voz contra la corrupción en Chihuahua

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Queridos míos, hoy les quiero contar algo que pasó en Ciudad Juárez, en esa tierra norteña que tantas historias guarda. Resulta que, este viernes, la comunidad LeBarón y algunos productores agrícolas de Chihuahua decidieron alzar su voz, como tantas veces lo han hecho, para denunciar lo que les duele y preocupa. Se reunieron cerca del Puente Internacional Córdova Américas, con el corazón apretado pero llenos de valor, para hablar de los robos, la corrupción y las irregularidades que han sufrido.

Julián LeBarón, un hombre que siempre ha sido voz de su gente, encabezó esta manifestación. Él contó cómo Johan Nickell Martens, un productor menonita, fue extorsionado por agentes de la Fiscalía General de la República. Imagínense, queridos, a un hombre trabajador, que solo busca ganarse el pan de cada día, siendo amenazado y presionado por quienes deberían protegerlo. Es algo que duele, ¿verdad? Pero, como les digo siempre, la vida nos enseña que hay que enfrentar las injusticias con firmeza y paciencia.

Esta situación, según Julián, no es algo nuevo. Desde hace años, los agentes de la FGR han estado acosando a los campesinos, pidiéndoles grandes sumas de dinero para no llevárselos presos. Y todo bajo el pretexto de que usan combustible de manera indebida, cuando en realidad tienen sus facturas en regla y trabajan con honestidad. Es como cuando uno ve a un niño mentir para salirse con la suya, pero aquí las consecuencias son mucho más graves.

La manifestación fue un acto de valentía. Los asistentes llevaban cartulinas con mensajes claros, exigiendo justicia y denunciando las malas prácticas. Incluso cerraron por un momento el paso en el puente internacional, como una forma de llamar la atención. Pero, como siempre, lo hicieron con orden y respeto, porque saben que la lucha por lo justo no necesita de violencia.

Al final, se retiraron en silencio, sin que las autoridades dieran una respuesta. Pero, queridos míos, esto no es el final. La vida nos enseña que las cosas buenas toman tiempo, y que la verdad siempre encuentra su camino. Así que, mientras tanto, sigamos apoyando a quienes luchan por un mundo más justo, con esa paciencia y fe que solo los años nos dan.

Y recuerden, como les digo siempre: en la vida, lo importante no es solo lo que logramos, sino cómo lo logramos. Con amor, con respeto y con la certeza de que, al final, la luz siempre vence a la oscuridad.