Espectáculos
Angelina Jolie y su drama post-Óscar, porque Hollywood no perdona

Ah, las nominaciones al Óscar, ese evento anual donde Hollywood decide quién es digno de su amor y quién debe quedarse llorando en la alfombra roja imaginaria. Este año, como era de esperar, hubo sorpresas, omisiones y, por supuesto, drama. Y quién mejor para protagonizar ese drama que la mismísima Angelina Jolie, quien, según fuentes anónimas (porque siempre hay una fuente anónima dispuesta a soltar chismes), está “devastada” por no ser nominada a Mejor Actriz por su papel en *Maria*.
¿Devastada? Sí, porque aparentemente, después de meses aprendiendo a cantar para interpretar a la legendaria soprano Maria Callas, aparecer en programas nocturnos (¡su primera vez en más de una década!), y posar en portadas de revistas, Jolie esperaba algo más que un simple “gracias por participar”. Pero no, la Academia decidió ignorarla, como si su esfuerzo fuera comparable a un meme olvidado de 2010.
Y claro, no podemos olvidar el factor Brad Pitt. Porque, ¿qué sería de un artículo sobre Angelina Jolie sin mencionar a su exmarido? Según otra fuente anónima (que probablemente trabaja en un café cerca de Hollywood), el mediático divorcio entre ambos pudo haber influido en la decisión de la Academia. “Hollywood es el equipo de Brad”, dijo la fuente, como si el Óscar fuera un partido de fútbol y no un premio artístico.
Pero no todo está perdido para Jolie. Después de todo, ya superó ocho años de batallas legales con Pitt, así que un desaire de la Academia probablemente sea solo un mal día en su agenda. Además, ¿quién necesita un Óscar cuando tienes portadas de revistas y una carrera que incluye desde Lara Croft hasta Maléfica?
Mientras tanto, las nominadas a Mejor Actriz este año son Mikey Madison, Fernanda Torres, Demi Moore, Karla Sofía Gascón y Cynthia Erivo. ¿Quién ganará? Quién sabe, pero seguro que Angelina Jolie estará viendo desde casa, probablemente con una copa de vino y pensando en lo absurdo que es todo este circo.
Así es, Hollywood: un lugar donde el talento, el esfuerzo y la dedicación a veces no son suficientes, pero donde el drama y las fuentes anónimas siempre ganan.