China exige a Estados Unidos escuchar la razón en el conflicto de TikTok

En un giro dramático que sacude los cimientos de las relaciones internacionales, el Gobierno de **China** ha alzado su voz con una demanda que resuena como un eco en los pasillos del poder global. Con una firmeza que desafía las tensiones geopolíticas, Pekín ha exigido a **Estados Unidos** que “escuche la voz de la razón” en el turbulento escenario que rodea a **TikTok**, la aplicación que ha desatado una batalla épica entre dos gigantes del mundo moderno.

Todo comenzó cuando el presidente electo de **Estados Unidos**, **Donald Trump**, anunció con un tono que mezclaba amenaza y esperanza, una **moratoria** de 90 días para la suspensión de operaciones de la empresa matriz de TikTok en suelo estadounidense. Un movimiento que, aunque temporal, ha encendido las alarmas en ambos lados del océano.

“Esperamos que **Estados Unidos** escuche cuidadosamente a la voz de la razón”, declaró con solemnidad Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, en una rueda de prensa que parecía más un llamado a la cordura que una mera declaración diplomática. Sus palabras, cargadas de un peso histórico, resonaron como un grito en el vacío, exigiendo un clima empresarial “abierto, igualitario, justo y no discriminatorio” para todas las entidades que operan en territorio estadounidense.

Pero el drama no termina ahí. Mientras las palabras de Mao aún flotaban en el aire, **TikTok** retomó su actividad en **Estados Unidos** tras un breve pero angustioso apagón. Durante doce horas interminables, la aplicación, que ha conquistado los corazones de millones, se sumió en la oscuridad. Los usuarios, desconcertados, se encontraron con un mensaje críptico que les instaba a “permanecer atentos”. Un silencio que, lejos de ser tranquilizador, solo aumentó la tensión.

Sin embargo, como en un giro de guion digno de las mejores telenovelas, Trump anunció que aprobaría una orden ejecutiva el mismo día de su toma de posesión. Una **moratoria** de 90 días que, aunque temporal, podría ser la clave para evitar la prohibición definitiva de **TikTok**. Pero no sin condiciones. El mandatario propuso una solución audaz: que la empresa sea en un 50% de propiedad estadounidense.

La ley, firmada en abril por el presidente saliente, Joe Biden, había ordenado a ByteDance Ltd., la empresa matriz de **TikTok**, que se deshiciera de su negocio en **Estados Unidos** o enfrentaría un cierre inminente. Una decisión que, de llevarse a cabo, no solo afectaría a la empresa china, sino que también pondría en jaque a las compañías estadounidenses que alojan o distribuyen la aplicación, exponiéndolas a multas millonarias.

En este escenario de alta tensión, donde cada movimiento es crucial y cada palabra puede cambiar el curso de la historia, el destino de **TikTok** pende de un hilo. ¿Escuchará **Estados Unidos** la voz de la razón? ¿O será este el inicio de una nueva guerra fría tecnológica? El mundo aguarda con el corazón en vilo, mientras dos gigantes luchan por el control de una aplicación que, más que un simple entretenimiento, se ha convertido en un símbolo de poder y resistencia.