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Claudia Sheinbaum reafirma la soberanía de México y entrega pensiones

Ahí estaba Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, en pleno corazón de la Mixteca poblana, repartiendo tarjetas de la Pensión Mujeres Bienestar como si fuera Santa Claus, pero con más estilo y menos renos. Entre aplausos y selfies, dejó claro que México no es colonia de nadie, ni protectorado de nadie, ni siquiera de ese vecino del norte que parece creer que el mundo gira alrededor de su Starbucks.
Con esa seguridad que solo da el saber que tienes a 30 millones de mexicanos en Estados Unidos mandando remesas como si fueran influencers promocionando una marca, Sheinbaum aseguró que, pase lo que pase con el próximo presidente gringo (sí, ese que todos conocemos), México seguirá siendo libre, independiente y soberano. “Somos grandes”, dijo, como si estuviera anunciando el próximo éxito de Bad Bunny.
Y no se quedó ahí. La mandataria recordó que, en 2024, los migrantes mexicanos enviaron 65 mil millones de dólares a sus familias en México. O sea, básicamente, están manteniendo a flote la economía de dos países mientras algunos políticos solo saben twittear. “Si deciden regresar, aquí los recibimos con los brazos abiertos”, dijo, como si México fuera un abrazo gigante con tacos y mariachi de fondo.
Pero no todo fue discurso patriótico. También hubo acción: en Chinantla, entregó 175 tarjetas de la Pensión Mujeres Bienestar y 270 para adultos mayores. Un detalle: en Puebla, 45 mil 818 mujeres de 63 y 64 años recibirán este apoyo. ¿Y los adultos mayores? Pues 32 mil 360 personas de 65 años o más tendrán su pensión en 2025. Porque, según Sheinbaum, esto no es un favor, es un derecho. Como el derecho a tener WiFi gratis en todos lados, pero más importante.
Y claro, no podía faltar el guiño a la Cuarta Transformación. “En México, el pueblo manda”, dijo, como si estuviera anunciando el próximo capítulo de una serie de Netflix. Y con eso, dejó claro que, aunque el mundo esté patas arriba, México sigue siendo una potencia cultural, con migrantes que trabajan como campeones y mujeres que merecen todo el reconocimiento del mundo.
En resumen: Sheinbaum llegó, vio y repartió pensiones, mientras recordaba al mundo que México no es colonia de nadie. Y si alguien tiene algo que decir, que lo diga, pero con respeto, porque aquí somos grandes. Y punto.