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Claudia Sheinbaum reparte tarjetas y promesas en Los Reyes La Paz

Ahí estaba ella, la presidenta Claudia Sheinbaum, en Los Reyes La Paz, repartiendo tarjetas como si fueran cartas de un juego de póker. Pero no, no era un casino, era el lanzamiento del Programa de Mejoramiento de Vivienda para el Bienestar. ¿Y qué mejor lugar para empezar que el oriente del Estado de México? Porque, claro, ¿quién no quiere vivir en una zona donde el drenaje y el agua potable son más un sueño que una realidad?
La presidenta, con su mejor sonrisa de “yo sí cumplo”, entregó las primeras 4,200 tarjetas, cada una con un generoso apoyo de 40 mil pesos. ¿Para qué? Para que los afortunados beneficiarios puedan hacer lo que quieran con sus viviendas: un cuartito más, un techo que no se vuele con el primer viento, o incluso un baño extra (porque, seamos honestos, nadie quiere hacer fila para usar el único baño de la casa). Eso sí, con la condición de que el dinero se use para la vivienda. Porque, obviamente, confían en que nadie lo gastará en algo más “urgente”, como una tele nueva o una fiesta familiar.
Pero no todo es tarjetas y sueños de construcción. Oh no, también hay coordinación entre los tres niveles de gobierno. Sí, esos mismos que a veces parecen más enemigos que aliados. Juntos, prometen invertir en infraestructura, drenaje, agua potable y hasta puentes vehiculares. ¿Puentes? ¿En serio? Porque, claro, lo que más necesita la gente es un puente para cruzar el río de problemas que ya tienen.
Y no se preocupen, porque esto no es todo. Próximamente se entregarán 3,300 tarjetas más en la misma zona. Además, el Infonavit otorgará 45 mil créditos, se cancelarán hipotecas y se congelarán pagos. Vamos, es como si el gobierno hubiera descubierto una máquina de imprimir dinero y decidiera repartirlo a diestra y siniestra.
En resumen, el Estado de México se convertirá en la entidad con más recursos para estos apoyos. ¿Y qué harán con tanto dinero? Construir un millón de casas en todo el país, con 70 mil en el Estado de México. Porque, claro, ¿qué mejor manera de solucionar los problemas de vivienda que construyendo más casas? Aunque, entre nosotros, quizás también deberían pensar en arreglar las que ya existen.
Así que ahí lo tienen: tarjetas, promesas y un montón de buenas intenciones. Porque, al final del día, ¿qué sería de la política sin un poco de esperanza y un montón de sarcasmo?