Internacional
Despidos en el Departamento de Justicia tras investigaciones contra Donald Trump

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el lunes el despido de más de una docena de empleados que participaron en procesos penales contra el expresidente Donald Trump. Esta medida, interpretada como una represalia contra los abogados involucrados en las investigaciones, refleja una clara disposición de la agencia para proteger los intereses personales del mandatario.
La decisión, dirigida contra fiscales de carrera que trabajaron bajo la dirección del fiscal especial Jack Smith, representa un nuevo episodio de inestabilidad dentro del Departamento de Justicia. Además, evidencia la determinación del gobierno de Trump de eliminar a funcionarios percibidos como desleales. Esta acción se produce días después de la reasignación de varios empleados a distintas divisiones gubernamentales, rompiendo con la tradición de que los fiscales de base permanezcan en sus cargos a través de diferentes administraciones, independientemente de su participación en investigaciones sensibles.
En un comunicado, un funcionario del Departamento de Justicia explicó: “El secretario de Justicia interino, James McHenry, despidió a algunos funcionarios que desempeñaron un papel clave en los procesos contra el presidente Trump. Dadas sus acciones, el secretario interino no confía en que estos funcionarios contribuyan a implementar fielmente la agenda del presidente. Esta medida forma parte de la misión de evitar que el gobierno sea utilizado como arma”.
Aún se desconoce la identidad de los fiscales afectados y cuántos de ellos permanecían en la agencia cuando Trump asumió la presidencia la semana pasada. Tampoco está claro si los despedidos intentarán impugnar la decisión, argumentando que se violaron las protecciones del servicio civil que amparan a los empleados federales.
Este episodio representa el último intento por alterar el curso de las investigaciones penales que durante años afectaron la imagen de Trump y derivaron en cargos formales. Desde su primer mandato, Trump ha buscado ejercer control sobre el Departamento de Justicia, que lo investigó tanto durante su presidencia como en los últimos cuatro años bajo la dirección de Merrick Garland. El expresidente ha expresado en múltiples ocasiones su expectativa de lealtad por parte de una institución diseñada para priorizar hechos, evidencia y ley sobre consideraciones políticas.
Pam Bondi, nominada por Trump para el cargo de secretaria de Justicia, declaró durante su audiencia de confirmación que no se involucraría en politiquerías, aunque no descartó la posibilidad de iniciar investigaciones contra adversarios políticos de Trump, como el caso de Jack Smith.
Smith renunció al Departamento de Justicia a principios de mes tras presentar un informe de dos volúmenes sobre las investigaciones relacionadas con los intentos de Trump para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 y por la retención de documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Otro miembro clave del equipo, Jay Bratt, también abandonó el departamento semanas atrás después de liderar el caso de los documentos clasificados.
El equipo de Smith retiró los dos casos tras la victoria electoral de Trump en noviembre, siguiendo la política de larga data del Departamento de Justicia. Fox News fue el primer medio en informar sobre los despidos masivos.
En un contexto adicional, durante su primer día como presidente, Trump emitió una serie de indultos y conmutó sentencias a más de 1.500 partidarios acusados por su participación en los disturbios del 6 de enero en el Capitolio. Esta medida incluyó a individuos declarados culpables de ataques violentos contra la policía, así como a líderes de grupos de extrema derecha condenados por planificar acciones para mantener a Trump en el poder.