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Nacional

El caos de la insaculación judicial que dejó fuera a seis aspirantes

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Ah, la política mexicana, ese reality show que nunca decepciona. Imagínense esto: seis aspirantes a magistrados del Primer Circuito en la CDMX quedaron fuera de la elección judicial del 1 de junio. ¿La razón? Un desmadre de discrepancias en los nombres y números durante la segunda jornada de insaculación del Comité de Evaluación del Poder Legislativo. Sí, básicamente, un error de “copy-paste” en la vida real.

Todo empezó con un sorteo por tómbola que, en teoría, debería ser tan emocionante como ver pintura secarse. Pero no, aquí la comisionada presidenta, Maday Merino Damián, tuvo que llamar a un receso a las dos horas porque, oh sorpresa, había que hacer un “ajuste técnico”. Spoiler: ese ajuste técnico duró más que un episodio de *Stranger Things*.

La comisionada Gabriela Sánchez, mientras tanto, estaba en su propio mundo. Durante la insaculación de 24 cargos (12 para hombres y 12 para mujeres, porque aquí la paridad es cosa seria), se le escaparon 11 discrepancias entre los números y nombres que dictaba y los que estaban en la lista oficial. O sea, básicamente estaba jugando a la lotería, pero sin premio.

Entre los desafortunados que quedaron fuera están Grecia Soriano Rocha, Adriana Sánchez Ortega, Alejandra Sánchez Cedillo, Luis Salcedo Roa, Enrique Aparicio Sánchez y Pablo Andrei Zamudio Díaz. ¿Sus números? 24, 26, 28, 34, 36 y 42. Pero, en lugar de ellos, Sánchez nombró a otras personas que, obviamente, no eran ellos. ¿Error humano? ¿Falta de café? Quién sabe.

Y luego está el momento en que una esfera se cayó al piso. Sí, una bola con el número 8 rodó como si estuviera en una escena de *The Office*. “Ay, se cayó, pero aquí está”, dijo Sánchez, como si eso solucionara todo. Spoiler: no lo solucionó.

El receso, que supuestamente iba a durar 30 minutos, se extendió a una hora y 20 minutos. ¿Qué hicieron en ese tiempo? Nadie lo sabe, pero seguro no fue para revisar la lista dos veces. Mientras tanto, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, apareció como si fuera un cameo en una película. “No sabía nada, vine a hacer un documento”, dijo, como si fuera el típico compa que llega tarde a la junta y no tiene idea de qué está pasando.

Al final, Noroña dejó claro que, si alguien se siente afectado por este desmadre, puede recurrir al Tribunal Electoral. O sea, básicamente, “si la cagamos, lo arreglamos después”.

Y así, entre bolas que se caen, nombres que no coinciden y recesos eternos, la insaculación continuó. Este lunes se sortearon 1,295 aspirantes, y se espera que el proceso termine mañana. ¿El siguiente paso? Enviar las listas al Congreso para su aprobación. ¿Qué podría salir mal?

En fin, esto es lo que pasa cuando mezclas burocracia, política y un toque de caos. Como diría un meme: “No es un bug, es una feature”.