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El misterioso caso de Zinc Nacional y su patio de chatarra contaminado

¿Qué se esconde realmente detrás de la clausura de la planta de Zinc Nacional en Monterrey? A simple vista, parece un caso más de negligencia ambiental, pero ¿y si hay algo más? La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ordenó a la empresa retirar el material contaminante de su “patio de chatarra”, un lugar que, según las inspecciones realizadas entre el 17 y el 24 de enero, albergaba óxido de zinc esparcido sobre el suelo sin protección alguna. ¿Cómo llegó ese material allí? ¿Fue un descuido o algo intencional?
El óxido de zinc, un compuesto químico que debe almacenarse en condiciones específicas —lejos del sol, el calor y sustancias incompatibles—, estaba expuesto al aire libre. ¿Qué intereses podrían estar detrás de este manejo negligente? ¿Acaso alguien está tratando de ocultar algo más grande? La Profepa ha sido clara: el patio de chatarra está clausurado, y solo se permiten actividades de limpieza y retiro del material. Pero, ¿qué pasará con los otros puntos de contaminación, como los patios de almacenamiento y las emisiones de vapor de los hornos?
Zinc Nacional tiene ahora la obligación de presentar un programa de muestreo para caracterizar el sitio contaminado. Sin embargo, ¿podemos confiar en que la empresa actuará con transparencia? La actualización de su Licencia Ambiental Única y la presentación de evidencia técnica-documental son requisitos impuestos, pero ¿serán suficientes para garantizar que no se repitan estos “errores”?
La Procuradora Mariana Boy Tamborrell asegura que la Profepa está trabajando arduamente para garantizar el acceso a la justicia ambiental. Pero, en un país donde los intereses económicos suelen prevalecer sobre los ambientales, ¿estamos realmente ante un cambio de rumbo o solo frente a una fachada?
Este caso no es solo sobre una empresa y su patio de chatarra. Es una ventana a un sistema que, quizás, permite que ciertas prácticas contaminantes continúen bajo la mirada complaciente de quienes deberían evitarlas. ¿Qué más descubriremos si seguimos investigando? La verdad, como siempre, podría estar más oculta de lo que parece.