La Niña llega débil y sin ganas de causar caos climático

Bueno, parece que **La Niña** finalmente decidió aparecer, pero con la misma energía que uno de nosotros un lunes por la mañana: débil y sin ganas de hacer mucho. Este fenómeno climático, que básicamente es como el hermano menor menos problemático de **El Niño**, se caracteriza por enfriar las aguas del **Océano Pacífico**. Pero esta vez, según los meteorólogos, no va a dar tanto de qué hablar como en ocasiones anteriores. Vamos, que ni siquiera se molestó en llegar a tiempo.

Resulta que **La Niña** es como ese amigo que siempre llega tarde a las reuniones, pero esta vez tiene una excusa medio válida: los océanos están más calientes que un café de Starbucks en verano. Michelle L’Heureux, la jefa del equipo de **El Niño** de la **NOAA**, básicamente dijo: “No sabemos por qué tardó tanto, pero seguro que alguien va a escribir un paper sobre esto”. Y sí, porque en el mundo de la ciencia, todo es motivo de investigación, incluso la procrastinación climática.

En cuanto a los efectos, **La Niña** tiende a ser como ese vecino que siempre cambia el clima del barrio. En Estados Unidos, por ejemplo, le da por secar el Sur y el Oeste, mientras que en Indonesia, el norte de Australia y el sur de África, se pone en modo “lluvia eterna”. Pero esta vez, parece que no va a ser tan dramático. O sea, ni siquiera el clima quiere darnos un espectáculo digno de Netflix.

En resumen, **La Niña** llegó, pero con la misma intensidad que un meme de hace tres años. Y aunque no vaya a causar tanto revuelo, al menos nos da algo de qué hablar mientras seguimos esperando que el planeta decida si quiere salvarnos o no.