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Magistrados defienden la elección judicial sin piedritas en el camino

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Bueno, resulta que Mónica Soto, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral, salió a defender con uñas y dientes que no, que no han violado la Constitución. ¿Cómo? Pues enviando a los aspirantes judiciales a una insaculación (sí, esa palabra rara que suena a sorteo medieval). Según ella, esto no es un desmadre, sino un avance en la elección judicial. Ah, y claro, lo dijo en una conferencia de prensa junto a sus compas magistrados, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, porque en esto de la justicia electoral, siempre es mejor ir en manada.

La Suprema Corte, por su parte, decidió no meterse en el lío de calificar candidaturas, aunque podía hacerlo. O sea, básicamente dijeron: “No, gracias, esto es su desorden, ustedes sigan”. Y el Tribunal Electoral, como buen protagonista de esta telenovela legal, siguió adelante con el proceso. Mónica Soto, con toda la seriedad del mundo, aseguró que están aplicando la Constitución al pie de la letra. Nada de sesgos, nada de malentendidos. Todo literal, como si fueran bots programados para seguir el texto constitucional.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Resulta que algunos jueces de distrito se metieron donde no los llamaron, y el Tribunal Electoral no tardó en ponerles un alto. ¿Cómo? Con una denuncia ante la Fiscalía General de la República, porque aquí no se juega con la jurisdicción electoral. Y ojo, la reforma judicial ya está en marcha, y ni la Suprema Corte la detuvo. De hecho, hasta emitieron una controversia constitucional, que es como el equivalente legal a decir: “Esto es electoral, no se metan”.

Felipe de la Mata, otro de los magistrados, aseguró que el Tribunal Electoral solo está “quitando las piedritas en el camino” para que el proceso electoral siga su curso. ¿Piedritas? Sí, esas que siempre aparecen cuando alguien intenta hacer las cosas bien. Y claro, dejó claro que no hay amparo electoral, algo que, según él, cualquier estudiante de derecho sabe. Pero parece que algunos jueces de amparo se emocionaron y decidieron meterse en temas electorales. Error. Actuaron fuera de su competencia, y eso, queridos amigos, es nulo de pleno derecho.

Felipe Fuentes, el tercero en discordia, explicó que la insaculación de candidaturas quedó en manos del Senado porque, según la ley, es el órgano legislativo el que debe resolver estos temas. Y sí, la Constitución y la Ley de Amparo prohíben que los jueces de amparo paralicen actos electorales. O sea, no hay suspensión, no hay amparo, y el proceso electoral sigue adelante. Porque, al final del día, esto es de interés público. Y eso, como diría cualquier abogado millennial, es *obvi*.

En resumen: la elección judicial sigue su curso, los magistrados están quitando piedritas del camino, y los jueces de amparo deberían quedarse en su lane. ¿Qué sigue? Quién sabe, pero seguro será igual de dramático.

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