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Espectáculos

Natalia Jiménez inicia su gira con un concierto lleno de emociones y nostalgia

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Queridos míos, les cuento que anoche, en el Auditorio Nacional, Natalia Jiménez comenzó su gira “La Jiménez Tour 2025” con un concierto que nos llevó a todos de la mano por un viaje lleno de emociones y recuerdos. Imagínense, la noche empezó con el mariachi Los Gavilanes de José Alfredo Jiménez, los coros grabados de Juan Gabriel y la compañía de Carlos Rivera. ¡Qué combinación tan bonita!

Natalia, con esa sonrisa que ilumina hasta el rincón más oscuro, tomó un ramo de claveles blancos y fue lanzándolos poco a poco a su público en las primeras filas. Esas pequeñas muestras de cariño, ¿verdad que nos hacen sentir especiales? La música comenzó con “Down Under” de Men At Work, y en la pantalla se proyectaban imágenes de sus conciertos anteriores, acompañadas de un popurrí instrumental de sus temas más queridos.

“¡Muy buenas noches tengan todos ustedes!”, anunció una voz, y ahí apareció Natalia, vestida de negro con detalles plateados, saliendo de una puerta en la pantalla central del escenario. Inició su viaje musical con “El triste” de José José, una balada que nos tocó el corazón y que terminó en una explosión de serpentinas de colores. “Se me salió la lágrima”, confesó Natalia, y es que, ¿quién no se emociona al ver tanta gente reunida para compartir un momento tan especial?

El repertorio continuó con un homenaje a los temas que marcaron la infancia de Natalia: “Vivir así es morir de amor” de Camilo Sesto, “Gavilán o paloma” de Pablo Abraira y “Como una ola” de Rocío Jurado. “Recuerdo que de chiquitita escuchaba estas canciones con mis papás”, dijo Natalia, y eso, queridos míos, nos recordó lo importante que es compartir la música con nuestros seres queridos, porque esas melodías se quedan grabadas en el alma.

La noche también tuvo su dosis de regional mexicano con “Si no te hubieras ido” de Marco Antonio Solís. Natalia se movía de un lado a otro del escenario, interactuando con el público y lanzando más claveles blancos. “Me parece muy chistoso porque en el camerino donde me estoy quedando conocí a Juan Gabriel”, compartió. “Ahora, estar aquí interpretando sus canciones me pone los pelillos de punta”. Y así, su conexión con el Divo de Juárez se materializó en “Si quieres”.

El concierto avanzó con una mezcla de pop y ranchera, entre canciones propias y ajenas. “Perdición”, “La frase tonta de la semana” y “Recuérdame” resonaron con fuerza antes de que Natalia pidiera al público encender sus celulares para el siguiente tema. “Esta canción va de mi corazón al tuyo”, dijo, y así dio paso a “Creo en mí”, acompañada de una lluvia de papeles blancos.

Tras unos minutos de ausencia, Natalia apareció a ritmo de bolero y con un vestido rojo. “Cien años”, “Sabor a mí” y “Perfume de gardenias” evocaron la nostalgia de las voces de antaño. “Oigan, esta canción es una de las más grandes de México”, anunció antes de entonar “Bésame mucho” y luego “Piel canela”, sumergiendo al público en un ambiente de serenata y bohemia.

Queridos míos, les digo que este concierto fue un recordatorio de lo bella que es la música cuando se comparte con el corazón. Natalia Jiménez nos regaló una noche llena de emociones, nostalgia y, sobre todo, mucho cariño. Así que, si tienen la oportunidad de verla en su gira, no lo duden, porque momentos como estos son los que nos llenan el alma.