Nestlé invierte mil millones en México, porque el país necesita más chocolates

Ah, sí, amigos, prepárense para la noticia del siglo: Nestlé, esa empresa que nos ha estado alimentando con chocolates, cafés y sopas instantáneas desde hace casi un siglo, ha decidido que México es el lugar perfecto para invertir mil millones de dólares. ¿Por qué? Porque, obviamente, necesitamos más productos procesados en nuestras vidas. ¡Gracias, Nestlé!

La Presidenta Claudia Sheinbaum, con una sonrisa que podría iluminar el Zócalo, anunció este gran despliegue de confianza corporativa. Acompañada por Steve Presley, el CEO de Nestlé para las Américas (sí, el mismo que probablemente tiene una colección de tazas con el logo de la empresa), Sheinbaum nos recordó que Nestlé lleva 94 años en México. O sea, casi un siglo de estar aquí, y recién ahora se les ocurre que tal vez, solo tal vez, deberían invertir un poquito más.

Pero no se preocupen, esta inversión no es solo para producir más chocolates y cafés. No, no. Es para “incrementar la producción de distintos productos”. ¿Cuáles? Bueno, eso no lo sabemos, pero podemos especular: ¿tal vez más Maggi para esos momentos en los que no sabes qué cocinar? ¿O más Nescafé para esos días en los que el café de la esquina no es suficiente? Las posibilidades son infinitas, y absurdas.

Por su parte, Fausto Costa, el CEO de Nestlé México, aseguró que esta inversión es una muestra de confianza en el gobierno de Sheinbaum. Claro, porque nada dice “confianza” como invertir en un país donde la inflación y los problemas económicos son tan constantes como los comerciales de Nescafé en la televisión.

En resumen, México sigue siendo el paraíso de las inversiones extranjeras, y Nestlé está aquí para recordarnos que, pase lo que pase, siempre tendremos un chocolate o un café instantáneo que nos consuele. ¿No es reconfortante?

Ah, y por cierto, mientras Nestlé invierte en producción, Sheinbaum también destacó una reducción del 27% en homicidios dolosos desde 2018. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Absolutamente nada, pero bueno, al menos podemos dormir tranquilos sabiendo que hay menos crímenes y más chocolates. ¡Viva México!