Noroña defiende el proceso de insaculación pese a errores detectados

En el corazón de la Vieja Casona de Xicoténcatl, un lugar impregnado de historia y decisiones que han marcado el destino de la nación, el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, se enfrentó a un escenario que muchos calificarían de caótico. Los errores detectados en las listas del Comité de Evaluación del Poder Legislativo (CEPL) habían obligado a un receso inesperado, un momento que podría haber sido el preludio de un desastre político. Sin embargo, Noroña, con la serenidad de un líder que ha visto de todo, restó importancia a los yerros, como si fueran simples piedras en el camino hacia la gloria.

“Este proceso es inédito”, declaró con voz firme, mientras los reflectores de los medios lo seguían como si fuera el protagonista de una tragedia griega. “Tiene un nivel de complicación muy grande, pero no pasa nada si hay un error. Lo importante es que el proceso salga bien”, añadió, como si cada palabra fuera un juramento sagrado.

Con una mezcla de pragmatismo y filosofía, Noroña reflexionó sobre la naturaleza humana. “Perfecto solo Dios, y yo que soy ateo, que pienso que no existe, no hay manera de perfección en el ser humano. Siempre hay algún yerro, no pasa nada. Lo importante es que se dieron cuenta, que se encarrilen bien las cosas y que se hagan al final bien las cosas”, dijo, como si estuviera dictando una lección de vida a un mundo que lo observaba con escepticismo.

Pero no todo era calma en este drama político. Noroña, con la astucia de un estratega, lanzó una advertencia a quienes intentaran manipular el proceso. “Como decía el compañero presidente, puedes meter la pata y no pasa nada, la sacas y asunto solucionado. Lo que no debes meter son las manos, ni para robar, ni para manipular, ni para torcer el proceso”, sentenció, con un tono que resonó como un trueno en medio de la tormenta.

Más tarde, en las redes sociales, el presidente del Senado arremetió contra los medios de comunicación, acusándolos de querer descalificar el proceso ante el menor tropiezo. “Hay medios que quieren descalificar el proceso ante el menor tropiezo, pero el proceso de insaculación se seguirá realizando conforme al marco legal y se tendrán a tiempo las candidaturas de quienes irán a la elección del Poder Judicial el domingo 1 de junio de 2025”, escribió, como si cada letra fuera un escudo contra las críticas.

En este escenario de tensiones y desafíos, Noroña se erigió como el defensor de un proceso que, aunque imperfecto, prometía ser justo y transparente. El destino del Poder Judicial, y quizás de toda la nación, dependía de que las cosas se hicieran bien. Y en medio de la incertidumbre, una pregunta flotaba en el aire: ¿sería este el momento en que la historia juzgaría a sus protagonistas? Solo el tiempo lo diría.