Un juez busca acceso a investigación que lo involucra

Había un señor juez que se llamaba Gregorio Salazar Hernández, y resulta que alguien dijo que había una investigación sobre él. ¿Por qué? Porque él había dejado libre a un hombre llamado José Alfredo Cárdenas, que era sobrino de un señor muy importante en el crimen organizado. ¡Qué lío, ¿no?!

El fiscal, que se llama Alejandro Gertz Manero, dijo en una conferencia que había abierto una investigación contra el juez. Pero el juez no sabía nada de eso, así que le pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) que le dijeran de qué se trataba. Pero no le contestaron. Entonces, el juez decidió pedir un amparo, que es como un papelito que ayuda a las personas cuando sienten que sus derechos no están siendo respetados.

Pero un juzgado dijo que no podían darle lo que pedía todavía, porque eso solo se hace cuando hay una sentencia final. El juez no estuvo de acuerdo y presentó una queja. Entonces, un grupo de jueces muy importantes, llamado Tribunal Colegiado, le dio la razón y le dijo a la FGR que tenía que dejarle ver la investigación, si es que existía.

Los jueces dijeron que el fiscal había hablado de la investigación en público, y eso hizo que el juez Salazar Hernández se sintiera muy preocupado y hasta un poco asustado. Imagínate, ¡te dicen que estás siendo investigado y no te dejan saber por qué! Además, la gente empezó a pensar que él ayudaba a personas malas, y eso no es justo.

Por eso, los jueces decidieron que el juez tenía derecho a saber qué estaba pasando, porque no es justo que alguien hable de ti sin que tú puedas defenderte. ¡Qué interesante, ¿no?! Parece que hasta los jueces necesitan ayuda a veces.